La dieta de tu gato debe incluir el equilibrio adecuado de los seis principales grupos de nutrientes para mantener una salud óptima: proteínas, grasas y aceites, minerales, vitaminas, carbohidratos y agua. Cualquier alimento para gatos fabricado de buena calidad debe proporcionar a tu gato este equilibrio nutricional básico con la excepción de aquellos diseñados para satisfacer necesidades específicas, por ejemplo, si es para una hembra embarazada, un gato mayor, o un gatito.

Como regla general, el orden de los ingredientes es tan importante como el tipo de ingredientes. Busca alimentos que incluyan carne (proteína) como componente principal y que tengan una cantidad mínima de ingredientes, lo que indica niveles bajos de procesamiento. A menos que un gato siga una dieta especial por razones médicas o de otro tipo, la fuente de proteína debe enumerarse primero, seguida de otros ingredientes en el orden de su porcentaje del peso total.

Proteína

Este es, sin duda, el ingrediente más importante de la comida para gatos. Trate de comprar alimentos con un contenido de proteínas de al menos el 25 por ciento. Busca alimentos que mencionen una fuente de proteína específica que no sea “carne” o “subproductos de la carne” o “derivados de la carne”, ya que no existe una definición estandarizada de estos respaldada por organismos de la industria de alimentos para mascotas. Opciones buenas son las comidas a base de pollo, cordero, pavo, salmón y atún, así como órganos como el hígado y el corazón de pollo, que son fuentes ricas en taurina.

La taurina es un aminoácido que los humanos pueden producir fácilmente. Sin embargo, los gatos necesitan una fuente dietética de taurina para mantener una buena salud. La deficiencia de taurina puede provocar ceguera y enfermedades cardíacas, por lo que los fabricantes de alimentos para gatos agregan taurina a los alimentos para gatos.

Grasa

Los gatos necesitan de un 20 a un 24 por ciento de grasa en su comida. Es importante que tanto las proteínas como las grasas sean relativamente altas para garantizar una dieta de calidad. Los gatos se sentirán atraídos por alimentos con alta concentración en estas áreas. Por ejemplo, el perfil nutricional de un ratón es 55,8 por ciento de proteína y 23,6 por ciento de grasa, lo que lo convierte en la comida perfecta para tu amigo felino.

Algunos propietarios cometen el error de comprar alimentos bajos en grasas, pensando que evitarán la obesidad. Pero los gatos necesitan más grasa y tenderán a comer en exceso sin ella para tratar de satisfacer sus necesidades nutricionales. Busca una fuente de grasa definida (ej. grasa de pollo) en los alimentos comprados en la tienda de tu mascota.

Carbohidratos

Los gatos son carnívoros puros, lo que significa que necesitan comer carne para sobrevivir y no tienen necesidad biológica de ingerir carbohidratos como los que se encuentran en los granos. Los gatos pueden tener dificultades para digerir algunos carbohidratos y muchas alergias son provocadas por el contenido de carbohidratos de los alimentos. Sin embargo, la mayoría de los alimentos secos dependen de los carbohidratos como "relleno" y para amarrar los demás ingredientes.

Muchos dueños de gatos practican evitar comprar comida para gatos que contenga granos, ya que los gatos simplemente no los necesitan en su dieta. Como no es natural en la dieta de un gato, muchos gatos desarrollan alergias alimentarias a los granos, especialmente al maíz, que se utiliza como relleno por ser económico. También pueden desarrollar un trastorno del intestino irritable, que provoca dolorosos calambres estomacales, vómitos y diarrea. Para evitar problemas, busca carbohidratos como papas o guisantes. Mejor aún, aliméntelos con comida húmeda, con comida seca de alta calidad como un "treat".

Golosinas y Bocadillos

Evita la tentación de alimentar a tu gato con sobras de comida. Los alimentos para humanos son ricos en calorías y carecen de muchos nutrientes esenciales para los gatos. Algunos de estos alimentos pueden ser tóxicos para los gatos. Las golosinas manufacturadas son generalmente la alternativa más segura y saludable.

Otras cosas que deberías evitar incluyen:

Leche de vaca: contrariamente a la creencia popular, no es buena para los gatos y la mayoría pierde la capacidad de digerir la lactosa poco después del destete.

Contenido de baja humedad: los gatos evolucionaron para obtener la mayor parte del agua que consumen a través de su comida. Hoy en día, los gatos pasan la mayor parte de su vida levemente deshidratados, lo que aumenta el riesgo de infecciones del tracto urinario e insuficiencia renal en el futuro. Evita esto alimentando a tu gato con comidas húmedas / mojadas o dándole mucha agua si tiene una dieta seca.

Cambios de dieta abruptos o constantes: los gatos tienen una digestión diferente a la nuestra y pueden fácilmente sufrir efectos adversos cuando se les cambia la dieta de manera abrupta. Haz la transición a cualquier alimento nuevo gradualmente durante siete a diez días.

Recuerda que los gatos son criaturas de hábitos. Es mejor ceñirse a un horario de alimentación y darles comida en el mismo lugar a la misma hora todos los días en un área tranquila. Consulta a tu veterinario si tienes alguna duda.